martes, 17 de noviembre de 2009

Transeúntes

Desaguan las veredas el dolorido
añil de los yunques como pasos
descorren mitologías que ayer
fueron astas en pies descalzos
lo que fue queda escrito subterráneo

Golpea la etimología con su aliento
y el dia tiene ganas de volver

en la ilusión muda de un pecado
inquietud definidora de las almas,
un pulso vaga libre por los atajos
trona luz en la humedad, violenta la tierra
asciende lenta su aguasero de humanidad

entre nosotros las paredes son la ciencia
tangentes donde encallan los mareos,
siempre la misma bala caliente
fingiendo ser paisaje en la conciencia

Cada viaje es un balcón itinerante
sensación a relicto suburbano:

el vuelo acobrado de una nube
calles desnudas
mitos de vereda encandilada

pasaje al crisol donde brasan rimmel con pestañas,
trenza hinchada, lazo difícil, cópula de aromas

conjuro de epítetos ante el cáliz de la piel enamorada
indigencia de los transeúntes

Y así en la parada
donde vemos la mañana
ser en cada ser
parte de una estrofa
y cada ser pueda ver
con boca de mujer la última fruta,
levadura en la carne.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Miercoles

Sucederá que de tanto animar al viento
romperán los imposibles
con solo soltar presentimientos
y abrirá la fatalidad un estrujo con tu forma
como si el ayer te hubiera buscado en mi aguacero
a la hora del carrusel de las hojas
en cualquier estación,
sin ceremonia verbal.

Sucederá que te ví

siempre sola,
allí tan discursiva advirtiendo certezas
en la avenida donde concuerdan las melancolías,
en tu cima a la que nadie acude,
solo el vértigo de una frase incompleta,
solo el balido que hiere de estío una gana,

y dos,

suficientes para perder el aliento civilizado
de todo cauce humano....

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Bengala

Melodías de otros tiempos.
Perfiles de lo incierto aquietan las paredes.

Veo una ventana.
Polvo de espinas cristalizando en las cortinas.
Un terminado libro llueve humilde
la eternidad de sus versos.

De pronto,
tu nombre y el mío
crepitando en la solapa.

¡Destello!
¡Luz!

lunes, 14 de septiembre de 2009

Cómo decirlo

Besos que mojan la boca
y secan el alma.

Hojarasca enferma que amanece en la cama.
Amarga piel de tanto recorrido.
Insomne lamento destilándose en sábana.
Setiembre fallido,
crepúsculo dormido.

Desbordado bajel navegando en la arena.
Herido volcán que muere de invierno,
de frío.
Esquirla salvaje agrietada en el pecho.
Caolín quemado,
camino empozado,
recuerdo de río.

Besos que mojan la boca.
Que arrugan el alma.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Última página

Pecado almendrado.
Tres misterios y un rosario estallado
en la queja de una cama.

Son las tres. No se va.

Niña cabrita al espejo,
greca columna al reflejo.
Matorral obsceno de viejo.

Morena ranura cortando mi espalda.
Podría decirse un bravo río
de panteras y corales.
Un Espartaco hecho respiración.

Desde el estanque
se frunce la noche.
Testifica ruidoso el grillo,
el baile metálico de una tapita.
Un gato caminó
y hay hastío en la teja.

Poco mas interno
encabritan purpurinas.
Su vientre invade mi baldío.
Hay una cartesiana angustia de lipoaspiración.

Son las tres.
La sabana se hartó de su olor.
Se alzó con ella una cosecha de pistilos.

Se fue y el orgasmo cosió renglones
en la última página de este libro
donde aún la escribo.

Noche

Enderezado tabique de vereda
Recta sonámbula que me lleva a tus encantos

Cañaveral, jugo de arrebatos.

Naces tú,
y tu solo silencio despierta ejércitos,
rompen vitrales de pétalos en los ojos,
gobiernan corruptos los antojos,

te anticipas a mis sombras
y ni siquiera llego al candil.

¡Como asaltas mi aullido desde tan lejos!
Desde los patios antes a nuestro cenit.

Así también
sospecho yo el rescoldo de tus horas,
cuando sin querer tropiezo
con los ripios de un hematoma fresco
que nunca dejé ahí.