domingo, 6 de septiembre de 2009

Panorama

Siempre me atardece un pensamiento
en el rojo paisaje de una estación intemporal,
mientras descolora precaria una sonrisa,
peregrina en la memoria,
que camina y no regresa.
Busco urgente un estado ventanal,
el ejercicio que es tu mirada, la libertad,
tu espalda arrodillada en la piedra
y detrás el sol, luz durmiente
en la llanura accidentada con recuerdos.
Es el amor, jengibre creciendo en el pecho,
rigor que asfixia, consuelo, delirio en la agonía,
rumor de jazmines en el viento,
furor aromado que me sabe a compañía,
calma,
silencio que es tu nombre lloviendo desde adentro,
tanto que desespera una gotera en ríos de antojos,
desborda un niño inabarcable
lleno con mis ojos,
severo de montes ,sucio de oleos,
corsario del instante infinito
donde se acariciaron nuestros temblores,
lentos de neurastenia y paz.

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